El Papa Francisco descansa en brazos del Señor.

En la madrugada del lunes 21 de abril de 2025, el mundo amaneció con la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, quien partió a los 88 años en la Casa Santa Marta del Vaticano, tras una prolongada lucha contra una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado durante 37 días.

Jorge Mario Bergoglio, el primer pontífice latinoamericano y jesuita, asumió el papado en 2013, marcando un hito en la historia de la Iglesia Católica. Su elección fue precedida por la renuncia de Benedicto XVI, un hecho sin precedentes en siglos. Desde entonces, Francisco se destacó por su enfoque pastoral centrado en los pobres y marginados, y por impulsar reformas significativas dentro de la Iglesia.

Durante sus doce años de pontificado, Francisco promovió procesos de renovación y dinamismo, abriendo puertas a nuevas formas de evangelización y diálogo interreligioso. Su liderazgo estuvo marcado por un compromiso inquebrantable con la justicia social, la paz y la defensa del medio ambiente.

La noticia de su fallecimiento ha generado una oleada de reacciones a nivel mundial. Líderes políticos y religiosos han expresado su pesar, destacando su legado de compasión y cercanía con los más vulnerables.

Con la partida de Francisco, se inicia el período de sede vacante en la Iglesia Católica. El cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, asumirá la administración temporal del Vaticano hasta la elección de un nuevo pontífice. El funeral del Papa se llevará a cabo entre cuatro y seis días después de su fallecimiento, y su cuerpo será velado en la Basílica de San Pedro.

El legado de Francisco perdurará en la memoria colectiva como el de un Papa que, con humildad y determinación, buscó acercar la Iglesia a la realidad del mundo contemporáneo, promoviendo una fe viva y comprometida con los desafíos de nuestro tiempo.